Jannik Sinner y Carlos Alcaraz. Números 1 y 2 del mundo. Cuatro finales disputadas este 2025, Roland Garros y Wimbledon incluidas. Nueva York acogerá este domingo la quinta, el gran duelo generacional que ya ha tomado el testigo de la rivalidad entre Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal.
“Todo el mundo espera y da por hecho que la final será entre ellos dos”, afirmó hace unos días Djokovic. “Voy a tratar de arruinarles los planes”, añadió el veterano tenista serbio, que este sábado fracasó en su intento, eliminado por Alcaraz en semifinales.
La sensación a lo largo de estas dos semanas en Nueva York era la de una final cantada, imposible de frenar. “Son demasiado buenos”, admitió un Djokovic resignado tras su eliminación.
Este domingo, la final masculina del Abierto de Estados Unidos comenzará sobre las 14.00 hora local de Nueva York (18.00 GMT) en el Arthur Ashe Stadium del complejo deportivo Billie Jean King National Tennis Center, en Queens.
‘Sincaraz’, donde todo nació
“Siento que nuestra rivalidad (con Alcaraz) comenzó aquí. Fue un partido increíble. Somos dos jugadores muy distintos ahora”, dijo Sinner, vigente campeón en Estados Unidos, tras deshacerse este sábado en semifinales del canadiense Félix Auger-Aliassime.
El italiano se refería al partido de cuartos de final que disputó con Alcaraz en 2022 en Nueva York. Un duelo épico de 5 horas y 15 minutos -el segundo más largo de la historia del Abierto de Estados Unidos- en el que el español se impuso en cinco sets.
Días después, Alcaraz conquistó el torneo, su primer ‘Grand Slam’, en una final en la que se enfrentó al noruego Casper Ruud. Ese triunfo también lo catapultó por primera vez en su carrera al número 1 del mundo.
Han pasado exactamente tres años desde entonces y este domingo el español saltará en busca de su sexto ‘grande’ -segundo en Nueva York- a la pista del Arthur Ashe, el estadio de tenis más grande del mundo con cerca de 23,000 asientos.
Alcaraz y Sinner se han enfrentado 14 veces con un balance de 9-5 para el español. En sus últimos siete enfrentamientos, Alcaraz ha dominado seis, con el único asterisco de Wimbledon. Este año ya han disputado cuatro finales: Roland Garros, Roma y Cincinnati para Alcaraz; Londres para Sinner.
Sinner, por su lado, busca su quinto ‘grande’ para igualar los de Alcaraz. En un año en el que tuvo que parar 3 meses por su positivo en clostebol, el transalpino ha alcanzado las cuatro finales de ‘Grand Slam’, conquistando Australia, además de Wimbledon.
De hecho, Sinner disputará su quinta final consecutiva de ‘Grand Slam’, el cuarto hombre en conseguirlo después de Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal.
Además de coronarse en Nueva York, Sinner y Alcaraz jugarán por el número 1 del mundo, en el que el italiano lleva instalado 65 semanas seguidas. El que gane este domingo, saldrá de Nueva York como el mejor tenista del mundo.
Alcaraz, lanzado
Alcaraz ha arrasado en su camino hacia la final. El murciano solo ha concedido dos roturas de servicio en todo el torneo (una a Luciano Darderi en tercera ronda y otra a Djokovic en semifinales) y ha invertido en pista 11 horas y 56 minutos, menos de dos horas por partido.
Han sido, además, 97 minutos en pista menos que Sinner, que ha invertido 13 horas y 33 minutos. Sinner solo ha concedido cuatro roturas, pero le han salido caras: un set perdido contra Denis Shapovalov y otro contra Auger-Aliassime.
Para llegar a la final, el español ha liquidado al estadounidense Reilly Opelka, al italiano Mattia Bellucci, al italoargentino Darderi, al francés Arthur Rinderknech, al checo Jiri Lehecka y a Novak Djokovic, en ese orden.
El transalpino se ha impuesto al checo Vit Kopriva, al australiano Alexei Popyrin, al canadiense Shapovalov, al kazajo Alexander Bubliko, a su compatriota Lorenzo Musetti y a Auger-Aliassime.
Alcaraz ha hecho de la solidez con el servicio su gran arma en su paso demoledor por Estados Unidos. El español ha elevado sus números, ganando el 84 % de los puntos con el primer saque y el 65 % con el segundo.
Este domingo, Alcaraz y Sinner no solo pelearán por la gloria deportiva. El campeón se llevará 5 millones de dólares, el mayor premio jamás otorgado en un ‘Grand Slam’. El perdedor deberá ‘conformarse’ con 2.5 millones.
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