Aníbal Pérez-Liñán, director del Instituto Kellogg para Estudios Internacionales de la Escuela Keough y profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Globales en la Universidad de Notre Dame, habló este jueves en Aristegui en Vivo sobre los ataques que ha sufrido la independencia del Poder Judicial a nivel global y sus consecuencias negativas en la calidad de la democracia.

El especialista señaló que en México se vive un proceso histórico con la reforma judicial, toda vez que junto a Bolivia, son los únicos dos países que eligen a jueces y magistrados mediante el voto popular. 

La clave de la democracia no es el voto popular y la participación popular, que por supuesto es un elemento fundamental, clave, esencial de la democracia, pero la otra cara de la democracia, el otro elemento central de la democracia es el Estado de Derecho, y para que el Estado de Derecho funcione, inevitablemente falta que exista un poder judicial independiente.

Pérez-Liñán explicó que aun cuando las reformas al Poder Judicial se tienen muy buenas intenciones y cuentan con el apoyo público, lo cierto es que en la realidad limitan y socavan su independencia,  lo que en sí afecta profundamente a los procesos democráticos en América Latina.

Tras la elección judicial del pasado 1 de junio, que tuvo como característica la baja participación popular y una gran cantidad de votos anulados, Pérez-Liñán consideró esta circunstancia como central en cuanto a la legitimidad del proceso.

“Parte del problema, por supuesto, es que es un gran número de candidatos y candidatas y es muy difícil para la gente salir a votar y hacer una elección. Y este es un problema que hemos visto, por ejemplo, también en Bolivia, en donde se eligen muchos menos candidatos. No se eligen casi 900 puestos como se eligió en esta elección en México, sino apenas unos 40 e históricamente en Bolivia hemos tenido, hemos visto problemas de baja participación y un alto porcentaje de votos nulos y blancos, que en algún momento llegaron hasta el 50%, entonces, esto es un problema creo que estructural del modelo de elección judicial y es un problema que afecta a la legitimidad del proceso”.

Y hay mucha gente, al igual que en México, en Bolivia, hay mucha gente que declara su voto nulo porque está insatisfecha con el proceso mismo.

“Creo que parte de la cuestión es que muchas reformas que tienen buenas intenciones, que han sido planeadas con buenas intenciones, en la práctica lo que hacen es que afectan el funcionamiento operativo del Poder Judicial porque crean una reestructuración muy rápida, pero también lamentablemente afectan su independencia, porque lo que vemos en Bolivia es que para ser un candidato viable o una candidata viable al Poder Judicial uno tiene que hacer acuerdos con el partido hegemónico y eso lo que significa en la práctica es que la carrera judicial se vuelve también una carrera política”.

El profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Globales en la Universidad de Notre Dame apuntó que el propósito de muchas reformas judiciales en la región latinoamericana no es simplemente nombrar nuevos jueces, sino remover a los que están en el cargo y abrir el espacio para candidatos que se alineen más con el partido gobernante.

En todos estos grandes casos en los cuales ha habido una erosión democrática y las democracias se han desplazado en una dirección más autoritaria, no importa que el gobierno sea de izquierda o de derecha, eso es lo de menos, sistemáticamente en estos casos hay una captura del poder judicial.

“Si pensamos en Hungría, si pensamos en Polonia, si pensamos en El Salvador hoy en día, si pensamos en la Venezuela de Hugo Chávez, no importa la ideología, los gobiernos que quieren erosionar la democracia saben que una estrategia fundamental es capturar al poder judicial, porque eso elimina la última barrera que existe, que es el Estado de derecho”.

Consulta aquí la entrevista completa con Aníbal Pérez-Liñán:



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