El Ejecutivo del ultraliberal Javier Milei responsabilizó este jueves al gobernador de la provincia de Buenos Aires, el referente opositor Axel Kicillof , por los graves incidentes ocurridos en las gradas este miércoles, durante el encuentro de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile.
“Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía bonaerense para recuperar el orden. Se olvidaron de cuidar a las familias y a los hinchas de bien“, señaló en su cuenta de la red social X la ministra de Seguridad y figura clave del Gobierno, Patricia Bullrich.
Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía bonaerense para recuperar el orden. Se olvidaron de cuidar a las familias y a los hinchas de… https://t.co/1nxRb5vwKb
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) August 21, 2025
Además, acusó directamente al gobernador provincial de “no poder garantizar la seguridad ni cuidar a la gente” y anticipó que el Gobierno nacional “recuperará el orden”.
La acusación contra Kicillof tiene lugar a menos de tres semanas de los comicios legislativos en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país e histórico bastión del peronismo.
La ministra compartió también un comunicado de su cartera en el que se describen los incidentes de este miércoles como “uno de los episodios más graves en la historia del fútbol argentino“, se desliga de la responsabilidad y culpa al gobierno provincial y a la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte.
“Axel Kicillof”:
Porque se confirmó que la irresponsabilidad y ausencia policial durante los incidentes en Independiente fue debido a la inoperancia del gobernador bonaerense.pic.twitter.com/3zlCz9R9rW— Tendencias (@TTendenciaX) August 21, 2025
El texto denunció “fallas graves” en el operativo de seguridad y exigió una serie de medidas, incluyendo la aplicación de sanciones por parte de la Conmebol a los responsables y la expulsión y prohibición de reingreso al país de los aficionados chilenos que participaron de los incidentes, que dejaron casi una veintena de heridos, más de un centenar de detenidos y desencadenaron la cancelación del partido.
Los incidentes comenzaron sobre el final de la primera mitad, con el partido igualado a uno y un global de 2-1 en favor de los chilenos, cuando fanáticos del equipo visitante situados en una de las tribunas más altas del estadio comenzaron a lanzar butacas y trozos de la grada extraídos de la estructura hacia la parte baja, donde estaban hinchas del ‘Rojo’.
Aficionados de Independiente intentaron acercarse al sector visitante, lo que obligó al refuerzo de la seguridad con personal de Infantería, en paralelo con la evacuación de los fanáticos chilenos.
Pese a los esfuerzos por contener la violencia, un grupo numeroso de aficionados locales logró acceder a la tribuna donde aún quedaba un puñado de aficionados chilenos, que fueron violentamente atacados.
Según informó Conmebol, organismo rector del fútbol sudamericano, el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la institución para resolver qué decisión tomar tras la cancelación del partido, mientras que también se enviará toda la información de lo ocurrido a la Comisión Disciplinaria.
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