El huracán Bárbara, clasificado actualmente como categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, se desplaza por el océano Pacífico frente a las costas mexicanas, acompañado de lluvias intensas, vientos sostenidos de hasta 120 km/h y oleaje elevado. A las 9:00 h del lunes 9 de junio, su centro se localizaba a 240 kilómetros al sur-suroeste de Playa Pérula, Jalisco, y a 245 kilómetros al suroeste de Manzanillo, Colima, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Pero no está solo. A más de mil kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, se encuentra la tormenta tropical Cosme, que, aunque más lejana, podría estar interactuando con Bárbara en un fenómeno conocido como efecto Fujiwara.

¿Qué es el efecto Fujiwara y cómo ocurre?

El doctor Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, explicó a UNAM Global que esta interacción ocurre cuando dos ciclones tropicales se acercan lo suficiente como para que sus vórtices influyan uno sobre otro.

“Cuando hay dos vórtices en una atmósfera como la que tenemos en estas latitudes, estos vórtices empiezan a juntar. Esto se debe realmente a cuánta vorticidad asociada tienen. Y cuando uno es mayor al otro, generalmente uno atrae al otro”, indicó el especialista.
En condiciones ideales, si ambos ciclones son de intensidad similar, pueden orbitar brevemente uno alrededor del otro antes de fusionarse o desplazarse en direcciones alteradas. “Eso es a lo que se le conoce como efecto Fujiwara”, detalló Torres.

¿Podría haber impacto en costas mexicanas?

En el caso de Bárbara y Cosme, “los modelos de pronóstico meteorológico sí están resolviendo que se dé esa interacción, pero va a ser un poco lejos de las costas mexicanas”, aseguró.

El fenómeno se desarrollaría en altamar, posiblemente al suroeste de Baja California Sur, y aunque no representa una amenaza directa para tierra firme, sí podría generar efectos secundarios como aumento en el oleaje o lluvias más intensas en zonas costeras de la Peninsula de Baja California.

Hasta el momento, las bandas nubosas de Bárbara ya provocan lluvias fuertes en Jalisco, Colima y Michoacán, además de oleaje elevado de entre 3.5 y 4.5 metros. Cosme, por su parte, continúa su desplazamiento hacia el oeste-noroeste sin representar un peligro inmediato para territorio nacional.

Casos previos del efecto Fujiwara en el Atlántico y el Pacífico

Aunque el efecto Fujiwara no es frecuente en la cobertura mediática, sí es conocido entre meteorólogos.

“Es un fenómeno común en atmósferas tropicales. Recuerdo un caso en 2023, con el huracán Philippe y Rina en el Atlántico, y la tormenta tropical Alpha y el huracán Wilma en 2005”, señaló Torres.

No obstante, aclaró que no tiene presente un caso reciente ocurrido específicamente cerca de costas mexicanas.

¿Cómo se monitorea este tipo de interacción entre ciclones?

La predicción y monitoreo de este tipo de fenómenos se realiza mediante modelos numéricos atmosféricos y observaciones satelitales.

“Cuando ya se tuvo acceso a sistemas de cálculo y computadoras, se pudieron modelar estos vórtices y dicha interacción”, explicó el investigador.

Los modelos meteorológicos, agregó, permiten anticipar su comportamiento y estimar si podrían tener impacto en tierra.

Figura 1. Ejemplo idealizado de la interacción entre dos vortices, similar a lo que ocurre en la atmosfera tropical. Este ejemplo es una muestra de cómo interactuan los cilclones tropicales que actualmente se tienen en el Océano Pacifico Nororiental.

La “alberca de agua cálida” y su rol en la intensificación de ciclones

Más allá de la interacción entre Bárbara y Cosme, el doctor Torres subrayó otro factor de riesgo: el calentamiento del océano.

La región del Pacífico mexicano frente a las costas de Oaxaca y Guerrero mantiene altas temperaturas durante casi todo el año, fenómeno que los meteorólogos denominan “alberca de agua cálida”.

“Cuando la capa de la superficie hacia algunos metros en profundidad ya está muy cálida, hace que se intensifiquen más las tormentas tropicales e incluso huracanes.

Se esperaría que en una atmósfera más cálida, se tuviera o una alta frecuencia de huracanes, o que los que ya estén formados se intensifiquen rápidamente, como lo vimos con Otis”, advirtió.

Calentamiento global y gases de efecto invernadero: causas de fondo

El calentamiento del océano está directamente relacionado con el aumento global de las temperaturas, alimentado por la emisión de gases de efecto invernadero. “Definitivamente se tendría que disminuir la cantidad de gases de efecto invernadero. El calentamiento del océano es una consecuencia del calentamiento atmosférico”, concluyó.

Recomendaciones ante ciclones tropicales y fenómenos extremos

Mientras Bárbara continúa su desplazamiento hacia el noroeste, la comunidad científica sigue de cerca su evolución y posible fusión con Cosme. Para la población, las recomendaciones son claras: evitar zonas costeras durante tormentas, no cruzar caminos inundados y mantenerse informados exclusivamente por medios oficiales como el SMN, Conagua y Protección Civil.

La UNAM, a través de su red de expertos y centros de investigación, reafirma su compromiso con la divulgación científica y el monitoreo riguroso de fenómenos meteorológicos que impactan la seguridad y el entorno de la población.

*Créditos: UNAM Global. Pepe Herrera / Ricardo Martínez

Fuentes:
– Servicio Meteorológico Nacional, Conagua. Aviso Meteorológico No. 09-25, 9 de junio de 2025.
– Entrevista con el Dr. Víctor Manuel Torres Puente, Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, UNAM.



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