Tras más de cuatro décadas liderando redes de narcotráfico internacionales, Ismael “El Mayo” Zambada se declaró culpable de dos de los principales cargos que pesaban sobre él en un tribunal federal de Nueva York, lo que supone la caída definitiva del cerebro en la sombra del Cartel de Sinaloa.

Zambada (El Álamo, 75 años) nació y creció en Sinaloa, estado que, junto con Durango y Chihuahua, conforma el llamado Triángulo Dorado, una región de tierras escarpadas y fértiles que, desde hace más de medio siglo, ha sido el epicentro de la producción de amapola y marihuana en México.

“El Mayo”, quien siempre se ha considerado “un campesino más”, se consagró como una figura clave del narcotráfico a nivel mundial, operando desde la clandestinidad de sus múltiples refugios en las sierras del noroeste mexicano.

Tal como expuso Anabel Hernández durante Aristegui en Vivo, el capo confesó haber pagado sobornos a policías, militares y políticos en México durante más de cinco décadas. 

Las raíces de “El Mayo” Zambada

El monte es mi casa, mi familia, mi protección, mi tierra, el agua que bebo”, declaró en 2010 a la revista Proceso quien, para muchos investigadores, fue el verdadero líder del Cartel de Sinaloa.

Proveniente de una familia de agricultores y huérfano de padre desde los 12 años, Zambada comenzó a trabajar desde niño en el campo y como lavacoches, en una época -entre los años sesenta y setenta-en que la industria minera comenzaba a decaer en Sinaloa. En 1969 dio el salto al narcotráfico, el negocio que marcaría y definiría el rumbo de su vida durante los siguientes 56 años.

Forjado en el clima semiárido de las montañas sinaloenses, entre el ganado y las plantaciones, “El Mayo” adoptó siempre un perfil bajo que dificultó su captura por parte de las autoridades mexicanas y estadounidenses durante más de cuatro décadas.

Si otras figuras como “El Chapo” se regodeaban con sus fincas de lujo, coches de alta gama, o conectando incluso con estrellas de Hollywood o artistas de moda a los que encargaban ‘narcocorridos’ en su honor, Zambada prefería permanecer en el anonimato.

El impulso de la DEA y las cirugías plásticas

El apellido Zambada figuró por primera vez en expedientes judiciales estadounidenses en 1977, con la detención de su cuñado, el cubano Antonio Cruz, quien le introdujo en el mundo del narcotráfico y con el que comenzó a colaborar trasladando cocaína entre Miami o Los Ángeles y los estados fronterizos en suelo mexicano.

Fueron las operaciones de la DEA -en articular sus golpes decisivos contra el poderoso Cartel de Guadalajara a finales de los años ochenta-las que finalmente impulsaron el ascenso de El Mayo.

Zambada, quien comenzó a acaparar aún más titulares tras la primera detención de “El Chapo” en 1993, se replegó en la sierra rodeado de un retén de hombres y un estrecho círculo de confianza. Además, optó por someterse ocasionalmente a cirugías plásticas para hacerse irreconocible cada vez que abandonaba sus guaridas en Sinaloa.

Para entonces ya se había aliado con Guzmán Loera, Héctor “El Güero” Palma y los hermanos Beltrán Leyva para fundar el Cartel de Sinaloa.

“De (Pancho) Villa dijeron igual, que era terrorista… Ahora Estados Unidos nos va a decir terroristas a nosotros, y con esa justificación luego nos van a querer poner una bomba”, afirmó El Mayo al periodista mexicano Diego Enrique Osorno en 2021. Fue la segunda y última entrevista de su vida hasta la fecha.

Aquel año, EE.UU. se comprometió a recompensar con 15 millones de dólares a quien facilitara información sensible que condujera a la captura del ‘capo’.

Desde la recaptura y posterior extradición de El Chapo (2016-2017) fungía como líder supremo del Cartel de Sinaloa, pero a la par fue acumulando golpe tras golpe de las autoridades en su estructura familiar y criminal.

La caída de Zambada, ¿entrega o secuestro?

“Ya no puedo hablar con él, lloro por él”, confesó en la entrevista de 2010, tras la detención, un año antes, de su hijo Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, quien más tarde sería extraditado a Estados Unidos, se declararía culpable y acabaría testificando en el juicio contra El Chapo.

Los tiempos han cambiado -y mucho- en el Cartel de Sinaloa desde que “El Mayo” fue entregado a las autoridades estadounidenses, tras aterrizar en una pista cercana a Texas a bordo de una avioneta. Todo apunta a que se trató de una traición orquestada por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, quien también viajaba en la aeronave.

Durante Aristegui En Vivo, el periodista Ricardo Ravelo sostuvo que el gobierno mexicano estuvo enterado en todo momento del “secuestro’“de Ismael Zambada que terminó en su detención en EU.

Afirmó que no se trató de una operación aislada en Sinaloa, sino que hubo conocimiento y participación desde el más alto nivel del Estado. Pese a ello, señaló que el presidente López Obrador ofreció una versión distinta de los hechos, sembrando confusión con datos falsos.

Ravelo y el periodista José Luis Montenegro revelan en su libro La 4ta transformación del crimen organizado que obtuvieron -por una fuente familiar de “Los Chapitos”- audios que confirman que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, “fue un actor central en la operación de la entrega del ‘Mayo’”.

Zambada, que también en 2010 admitió que tenía “pánico” ante la idea de ser encerrado en EE.UU. y no descartaba suicidarse, se declaró este lunes culpable, pero ya en aquella entrevista alertaba: “Si me atrapan o me matan, nada cambia (…) El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción”.

Luego de que Ismael Zambada se declarara culpable, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, sentenció que Ismael Zambada morirá en la cárcel.

“‘El Mayo’ pasará el resto de su vida tras las rejas. Él morirá en una prisión federal estadounidense”, afirmó durante una rueda de prensa.

“Operaba con impunidad en los niveles más altos del mundo mexicano del tráfico de drogas al pagar sobornos a funcionarios del gobierno, sobornando a oficiales de la ley. Él controlaba a políticos corruptos y oficiales que protegían a sus trabajadores y cargamentos de drogas que viajaban de México hacia nuestro país”, expuso la fiscal.

A pesar de ser cuestionada directamente sobre la operación para la entrega de Zambada a Estados Unidos, Bondi no respondió y se limitó a agradecer la “colaboración” que mantiene con autoridades mexicanas.

¿Engañaron a “El Mayo”?

Si el acuerdo judicial al que se acogió Ismael “El Mayo” Zambada no incluye una reducción de pena, entonces el fundador del Cártel de Sinaloa fue engañado por sus propios abogados o por el gobierno estadounidense.

Así lo expresó el periodista Jesús Esquivel durante su participación en Aristegui en Vivo, luego de la audiencia en la Corte de Distrito Este de Nueva York, en donde Zambada aceptó su culpabilidad frente al juez Brian Cogan.

“Yo insisto, y eso es lo que me genera gran duda: a menos que sea demasiado tonto ‘El Mayo’ Zambada como para aceptar un acuerdo de declararse culpable si al final de cuentas el juez lo tendría que recluir, por regla, a cadena perpetua”, afirmó Esquivel, quien cubrió la audiencia en la corte federal en Brooklyn.

Imagen: Reuters

El periodista cuestionó que Zambada renunciara voluntariamente a su derecho a juicio sin obtener garantías claras a cambio: “¿Para qué tendrías tú un abogado que tiene experiencia en arreglar compromisos con el gobierno de Estados Unidos si al final de cuentas te van a sentenciar a cadena perpetua?”.

Esquivel advirtió que el líder del Cártel de Sinaloa pudo haber sido engañado al declararse culpable sin garantías claras de reducción de pena: “Si engañaron al Mayo, pues ya se jodió —como dicen en mi tierra— porque ya se declaró culpable. Y si no le van a reducir la sentencia, ¿para qué tendrías tú un abogado que tiene experiencia en arreglar compromisos con el gobierno de Estados Unidos?”, dijo, en alusión al abogado Frank Pérez.

(Con información de EFE y Aristegui Noticias)



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