La defensa de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), ha anunciado este miércoles que recurrirá ante el Tribunal Supremo, pidiendo su absolución, la decisión de la Audiencia Nacional (AN) de confirmar la condena a 10.800 euros de multa por un delito de agresión sexual a raíz del beso no consentido a la futbolista Jennifer Hermoso en la entrega de medallas del Mundial de 2023 en Australia que ganó España.

Su defensa, ejercida por la abogada Olga Tubau, ha indicado a Europa Press que, “desde el máximo respeto”, no comparte el razonamiento de los magistrados de la Sala de lo Penal de la AN, porque “el Tribunal Supremo ya ha marcado nítidamente la línea de no considerar punible un beso cuando no hay intención sexual, como es el caso”.

Por dicha razón, vamos a interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, para obtener una sentencia absolutoria que resulte ajustada a derecho.

Así ha reaccionado la defensa de Rubiales  Béjar después de conocer la sentencia de este miércoles de la Sala de lo Penal, que mantiene los 18 meses de multa y la absolución del delito de coacciones para Rubiales y los otros tres acusados: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de Futbol de la sección masculina Albert Luque y el que fue responsable de márketing de la RFEF Rubén Rivera.

En su sentencia, los magistrados rechazan los recursos presentados por Rubiales, la Fiscalía y las acusaciones particular y popular, por lo que confirma íntegramente la sentencia del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional del pasado febrero.

Cabe recordar que Luis Rubiales recurrió esa primera sentencia solicitando su absolución asegurando que la jugadora “prestó su consentimiento” al beso aunque luego mostrase “disgusto”.

Por su parte, la Fiscalía pidió anular el juicio y que se celebrara otro con un magistrado “no viciado de parcialidad”, mientras que la propia Hermoso interesó que el exdirigente fuera también condenado por coacciones.

La sentencia de la Sala de lo Penal mantiene la prohibición de que Rubiales se acerque a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año, así como la indemnización de 3.000 euros con intereses que deberá abonar a la futbolista por los daños morales causados, además del pago de la mitad de las costes generados, incluidas las originadas por la acusación particular.



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