El legendario superclub de la carretera de Ibiza a Sant Antoni regresa a la actividad con un maratoniano opening de 14 horas de duración y reformas estructurales y de sonido
En un lugar tan mágico como Ibiza, hay un club que destaca sobre el resto en lo que a aura e historia se refiere. Amnesia Ibiza arrancaba este sábado una nueva temporada, una realmente compleja para la sala en la que la han tenido que reinventarse como club y apostar por nuevas sesiones o artistas. No sabemos cómo se desarrollará el resto del verano, pero podemos confirmar que Amnesia Ibiza sigue decidida a continuar escribiendo la historia de la isla y este opening nos deja un gran sabor de boca y muchas ganas de más.
Amnesia ha dado un giro en su estrategia de marketing y desde hace varios meses buscan potenciar la esencia de club y la nostalgia a la hora de promocionar sus eventos y su temporada 2025. Bajo el lema ‘Memories are overrated’ el club quiere de alguna manera volver a la casilla de inicio, al principio de una de las historias más bonitas de la historia de la música electrónica. La primera gran pregunta que afrontábamos al comenzar la noche del sábado sería comprobar si el público conectaba con este sentimiento y sin duda la sensación fue positiva. El ambiente, la sensación de unidad y el bajo número de teléfonos móviles en la pista confirman que la pureza del club sigue intacta.
2025 es un año de cambios en Amnesia y no solo en la programación. El club ha renovado considerablemente su icónica terraza con un nuevo sistema de sonido y un nuevo a insonorizado techo. No podemos mentir si decimos que no echamos de menos las viejas cristaleras y los grandes amaneceres que estas nos anunciaban cada opening o closing del club, pero ante este obligado cambio podemos decir que estas cuatro paredes siguen teniendo la misma mística de siempre. El sonido KV2 personalizado ha mejorado notablemente con respecto al anterior ejercicio y el techo, si bien no es tan espectacular como el de toda la vida, mantiene la esencia de los rayos de sol introduciéndose en la sala desde las primeras horas de la mañana.

Con todos estos factores el carismático club habría sus puertas a las 22:00h para afrontar nada menos que catorce horas de música en su interior. Como en todos los eventos de esta duración, hay muchas maneras de tomarse el opening de Amnesia. Están los que van desde primera hora y no llegan al amanecer, y los que aparecen casi al amanecer para volver a sentir el mencionado amanecer de la terraza. Y luego está Wololo Sound, que estuvo la casi totalidad del evento entre sala y sala comprobando de primera mano todo lo que sucedía en el club.
El equipo de Amnesia, al que reconocemos una amabilidad y paciencia de otro mundo ante una noche tan exigente estaba preparado para afrontar una noche en la que el jovencísimo JAN, con el que luego pudimos charlar en una entrevista que pronto estará disponible, tuvo la responsabilidad de abrir La Terraza. La noche continuaba a ritmo de house y tech house, como es menester, con el residente Caal, HoneyLuv B2B Mar-T o Josh Baker.
En el ecuador de la noche, Vintage Culture subía las pulsaciones volviendo al house que le catapultó como artista, y después Seth Troxler llegaba con sus característicos sonidos de OG house. Como apunte, quizás hubiera sido mejor colocar los slots al revés en base a la música que sonó, pero sin duda el estadounidense supo mantener la pista encendida a pesar de que su slot (igual que el de Vintage Culture) eran las horas puente, y por ende las más complicadas.

El cierre de La Terraza corría a cargo de dos sets bastante extensos y en formato back to back. En primer lugar, East End Dubs y Max Dean apostaban por el sonido minimal deep tech que tan bien está funcionando últimamente y del que el primero, con su residencia Eastenderz (cada miércoles en Amnesia) es uno de sus máximos exponentes. Para concluir, un cierre épico a cargo de Luciano y Dennis Cruz, también en formato B2B. El madrileño y el argentino demostraron su gran sinergia en cabina con una sala totalmente llena hasta el último track y con el público bailando sin descanso en un momento en el que la música vencía al cansancio.
En total contraposición, en la acogedora main room Amnesia disponía a artistas de un corte totalmente diferente y mucho más crudo. Nos gustó especialmente la dupla y la progresión perfecta de Marco Faraone y Adam Beyer, que en ese orden nos regalaron tres horas de mucho ritmo y buen techno perfecto para ir entrando en calor hasta la llegada más tarde de Patrick Mason, que subió poderosamente el ritmo de la noche y de I Hate Models y Reinier Zonneveld, el cual por cierto tuvo ciertos problemas técnicos que no se tomó demasiado bien. Siempre fue muy temperamental el bueno de Reinier.
Antes de terminar, nos gustaría destacar el plano visual y lumínico, donde los compañeros de Telepixel supieron adaptar su tecnología futurista a la sobriedad analógica de Amnesia, con visuales basados en tipografía sencillos y nada invasivos y luces y FX acompasados con la música en todo momento. En un mundo en el que imperan los visuales inmersivos y las grandes pantallas, recibir espectáculos como el vivido en el opening de Amnesia supone, sin duda, un soplo de aire fresco para los que amamos el clubbing clásico. Larga vida a Amnesia.

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