La Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram) apuntó este lunes que el choque del buque escuela mexicano Cuauhtémoc contra el puente de Brooklyn no se debió a fallas humanas o técnicas, sino a “factores externos” ante la falta de “propulsión necesaria”.

José Manuel Urreta, presidente de Cameintram, aseguró en un comunicado que el accidente derivó de factores externos como la falta de propulsión adecuada, fuertes corrientes y ráfagas de viento que dejaron al buque a merced de las condiciones marítimas.

“El buque no tuvo la propulsión necesaria y quedó a merced del viento y fuerte corriente, impactando en el puente”, explicó Urreta.

El líder del sector marítimo mexicano destacó que, aunque el buque cuenta con una tripulación altamente capacitada y cumple con estrictos protocolos internacionales de seguridad, “el mar es un entorno dinámico”, donde “hay variables como la meteorología o las condiciones del agua (que) pueden alterar una operación perfectamente planificada”.

“Este tipo de situaciones no necesariamente indican fallos humanos o técnicos, sino que forman parte del riesgo inherente a la navegación marítima”, agregó.

No obstante, Urreta también señaló que el remolcador que asistía al Cuauhtémoc durante la maniobra de salida jugó un papel crucial en el percance, al dejar a la nave sin el apoyo necesario en un momento crítico, lo que incrementó su vulnerabilidad a las condiciones adversas. “Lo dejó a la deriva”, publicó la Cameintram en su cuenta de X.

El presidente de Cameintram recordó que la operación de buques de instrucción como el Cuauhtémoc está regida por normas internacionales como el Convenio SOLAS (Safety of Life at Sea), el Código ISM (International Safety Management Code) y el Reglamento Internacional para Prevenir Abordajes en el Mar (COLREG), diseñados para proteger a las embarcaciones y a sus tripulaciones en escenarios complejos.

A pesar del incidente, Urreta expresó su apoyo al mando y tripulación del Cuauhtémoc, destacando su compromiso con la formación naval y la representación diplomática de México en los mares del mundo.

“Durante maniobras de zarpe o atraque, una corriente repentina o una racha de viento no prevista puede modificar la trayectoria del buque, a pesar de que se sigan los procedimientos establecidos y se cuente con apoyo técnico y de personal especializado”, insistió.

El incidente ocurrió la noche del sábado cuando el Cuauhtémoc se preparaba para partir hacia Islandia, tras una visita a Nueva York que comenzó el 13 de mayo como parte de su misión de diplomacia pública y formación naval. El choque dejó dos personas fallecidas y una veintena de heridas.

La cadete América Yamilet Sánchez, de 21 años y originaria de Xalapa, Veracruz, y el marino Adal Jair Marcos, de 23 años de edad y originario de San Mateo del Mar, Oaxaca, fueron identificados el domingo como las víctimas mortales del choque.

La Secretaría de Marina (Semar) informó que la madrugada del lunes arribaron al puerto de Veracruz 172 cadetes y dos oficiales de la Heroica Escuela Naval Militar, así como un capitán, un oficial y tres clases, pertenecientes a la tripulación del Buque Escuela Velero Cuauhtémoc.

Foto: EFE

Señaló que dos cadetes aún permanecen en Nueva York, “quienes se encuentran bajo atención médica especializada y su condición es estable”.

El titular de Marina, Raymundo Pedro Morales, prometió que las investigaciones para determinar las causas del percance se realizarán con “transparencia y responsabilidad”.

De acuerdo con el jefe de Operaciones Especiales de la Policía de Nueva York, el velero de la Marina habría perdido potencia mecánica tras zarpar del muelle 17, provocando que el buque escuela se impactara con el pilar del puente de Brooklyn.

Sin embargo, el senador estadounidense Chuck Schumer señaló el pasado domingo que el buque no recibía asistencia de un remolcador, pese a que lo requerían las malas condiciones marítimas.

El líder de la minoría demócrata en el Senado dijo que “las mareas y el viento se movían río arriba, lo que exigía al barco usar su energía orgánica o la asistencia de un remolcador”.

(Con informaciones de EFE y Aristegui Noticias)



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