El cónsul general de México en Miami, Rutilio Escandón, informó que en el Centro de Detención de los Everglades, conocido como “Alligator Alcatraz”, se encuentran actualmente 78 ciudadanos mexicanos privados de la libertad.
Escandón detalló que sostuvo un encuentro con 14 connacionales recluidos en el lugar, aunque no ofreció información específica sobre las condiciones de su detención.
Mediante un mensaje en su cuenta de X señaló que constató su situación, escuchó sus necesidades y solicitó que se respeten sus derechos humanos.
Visitamos nuevamente el Centro de Detención de los Everglades, nos entrevistamos con 14 connacionales bajo custodia. Suman 78 mexicanos en ese centro.
Constatamos que se encuentren en buenas condiciones, escuchamos sus necesidades y solicitamos se respeten sus derechos humanos. pic.twitter.com/ZWFIKAPFhl
— Rutilio Escandón (@RutilioEscandon) August 22, 2025
Asimismo, el cónsul aseguró que este centro había recibido “mala fama” y afirmó que los migrantes mexicanos se encuentran bajo resguardo.
En declaraciones dirigidas a los familiares de los detenidos, pidió no alarmarse y sostuvo que los connacionales con quienes conversó están seguros.
El centro, habilitado en un área del Parque Nacional de los Everglades bajo la administración del gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha sido objeto de críticas tanto por el trato hacia los migrantes como por su ubicación en una zona de relevancia ambiental.
En paralelo, una jueza federal de Estados Unidos ordenó el cierre del recinto en un plazo de 60 días. Kathleen Williams, jueza del Distrito Sur de Florida, determinó también impedir el ingreso de nuevos migrantes como parte de un fallo parcial en favor de las organizaciones ambientalistas Friends of The Everglades y Center for Biological Diversity, así como de la tribu Miccosukee. Los demandantes argumentaron que el centro causaba daños al ecosistema de los Everglades.
La resolución judicial prohíbe la instalación de nueva infraestructura en el lugar, como dormitorios, tiendas de campaña, oficinas o pavimentación, y establece que no podrán ingresar más personas al sitio de detención. Pasado el plazo de cierre, las autoridades deberán retirar las vallas perimetrales, desmantelar instalaciones de gas, drenaje y desechos, así como retirar la iluminación industrial para permitir el libre acceso del pueblo Miccosukee en su territorio ancestral.
El centro, inaugurado el 3 de julio en un aeropuerto abandonado tras una visita del entonces presidente Donald Trump, fue impulsado como proyecto de detención migratoria temporal, pero enfrenta ahora la orden de clausura definitiva.
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