La violencia se tomó las gradas del Estadio Libertadores de América, de la localidad de Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, a partir de los ataques con piedras y palos entre fanáticos de Universidad de Chile y de Independiente que han dejado cientos de heridos, al menos 10 de ellos graves, y la suspensión del partido de la Copa Sudamericana.
El encuentro de vuelta de los octavos de final entre Independiente y Universidad de Chile fue suspendido por el árbitro uruguayo Gustavo Tejera en el minuto 48 cuando los equipos empataban 1-1.
De momento, no existen cifras claras de víctimas, que se apuntan numerosas, y tampoco de detenidos, aunque varios medios señalan que son cientos los seguidores de ambos equipos arrestados, de los que unos 300 serían chilenos.
Entre los heridos, de acuerdo con informes preliminares, hay cinco menores.
Videos que circulan en redes sociales muestran diversos momentos de violencia extrema, por ejemplo, un hombre que cayó 10 metros luego de aparentemente haber sido empujado por un hincha del Independiente; dos hombres de la Universidad de Chile severamente golpeados obligados a pedir perdón con intimidaciones; lo que parece ser un niño golpeado en la nuca con un palo de metal, provocando que pierda la conciencia y un hombre que quedó casi desnudo siendo perseguido y golpeado por decenas de personas.

Foto: EFE
Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, condenó la violencia desatada por las barras bravas durante y tildó de “irresponsable” a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
En un breve mensaje difundido a través de redes sociales, el gobernante anunció que la Cancillería chilena está trabajando para garantizar el regreso seguro tanto a los futbolistas como a los hinchas chilenos, y denunció el problema que supone, en general, la presencia de estas barras radicales en el fútbol.
“Ahora nuestra prioridad como Gobierno es conocer el estado de nuestros compatriotas que han sido agredidos, asegurar su atención médica inmediata y que a quienes están detenidos se les respeten sus garantías. Para ello estamos trabajando con Embajada, Consulado, Cancillería y Ministerio del Interior”, agregó.
“Le he encargado a nuestro embajador en Argentina, José Antonio Viera Gallo, que se dirija personalmente tanto a la Comisaría donde están detenidos los hinchas de la U como al Hospital donde se encuentran los heridos para garantizar la seguridad de nuestros compatriotas”, recalcó Boric en un segundo mensaje en su cuenta oficial.
Dada la gravedad de lo sucedido ayer en Argentina con el inaceptable linchamiento de chilenos en el estadio de Independiente, he instruido al Ministro del Interior Álvaro Elizalde que viaje a Buenos Aires para, junto con el
Embajador, acompañar personalmente a los heridos y…— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) August 21, 2025
Conmebol, por su parte, emitió un comunicado en el que explicó que el partido fue suspendido por “falta de garantías de seguridad” y anunció que abrirá una detalla investigación sobre lo ocurrido para aplicar el castigo que corresponda.
“La Dirección de Competiciones y Operaciones de la CONMEBOL informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente (ARG) y Universidad de Chile (CHI) por la Octavos de Final de la CONMEBOL Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado”.
“Teniendo en cuenta que se ha cumplido con lo establecido en el Manual de Clubes para situaciones similares, sin que la situación se haya subsanado, se procede a la cancelación del partido y el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la CONMEBOL para futuras determinaciones. Toda la información de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio será enviada a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol”, concluyó
Los violentos disturbios ocurridos este miércoles son los segundos que protagonizan este año hinchas chilenos después de que en abril hubiera de suspenderse igualmente el choque entre Colo Colo (Chile) y Fortaleza (Brasil) por la invasión del césped.
Se da la coincidencia de que en ambos encuentros el árbitro era el uruguayo Gustavo Tejera, protagonista accidental de los dos duelos más trágicos de los últimos tiempos en copa Sudamericana, la segunda competición de clubes más importante de la región tras la Copa Libertadores.
Y en ninguno de los dos partidos tuvo culpa el juez, ya que el juego se desarrollaba sin incidencia en el terreno, pero con el ánimo muy caldeado en las gradas.
En el caso del Colo Colo-Fortaleza, que supuso la eliminación de los chilenos por el resultado pero también por el castigo disciplinario, el origen fue la muerte en los minutos previos al encuentro de dos hinchas del cacique atropellados por un vehículo de la policía local que había llegado a las inmediaciones del estadio para reprimir a un grupo de aficionados que la parecer se habían reunido para forzar el ingreso son la entrada correspondiente.
Cuando se supo la noticia, con el choque ya en juego, miembros de la “Garra Blanca” comenzaron protestar contra las fuerzas policiales y a romper las vallas acrílicas del estadio, sin que la seguridad lo impidiera.

Foto: EFE
A mitad de la segunda parte, lograron quebrar la barrera y saltar a la cancha con palos y otros objetos, obligando a los jugadores a buscar refugio en el túnel de vestuarios y a Tejera y a Conmebol a suspender el partido.
En el desalojo del estadio se repitieron los incidentes entre radicales y policía, con el resultado de varios heridos y detenidos. Colo Colo fue duramente sancionado por el ente rector del fútbol sudamericano con la pérdida de la eliminatoria, una sanción económica y el cierre del recinto para los siguientes compromisos internacionales.
En Avellaneda, se investiga aún lo sucedido, pero las primeras versiones apuntan a que fueron los aficionados radicales de la Universidad de Chile los que habrían iniciado los incidentes al lanzar los asientos y otros objetos contundentes a los seguidores de Independiente que estaban en la tribuna inferior.
Imágenes de la televisión muestran que el público del “Romántico Viejo” incluso prendió fuego en las gradas y blandían palos y barras de hierro.

Foto: EFE
Las imágenes más terribles se sucedieron, sin embargo, después del descanso, cuando una vez desalojada la afición visitante, la policía argentina al parecer se retiró y permitió con ello que ultras de “el Rojo” accedieran a la grada donde quedaban algunos chilenos y los agredieron con saña.
Diversas fuentes informan de que hasta el momento hay tres aficionados chilenos graves, uno de ellos en estado crítico, decenas más con heridas de diversa consideración y más de un centenar de detenidos, la mayoría aficionados del equipo visitante.
La violencia es uno de los problemas más graves que tiene el fútbol chileno, sumido desde hace años en una profunda crisis deportiva, económica y de gestión, tanto a nivel de clubes, como de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), las instituciones municipales y de gobierno y las fuerzas del orden, incapaces de trabajar en sintonía para acabar con esta lacra.
Casi todos los meses, se producen hechos de violencia, tanto a nivel profesional como a nivel amateur y en las categorías inferiores de formación, en un contexto en el que los clubes no solo no actúan contra las barras bravas, si no que las financian con entradas y otros beneficios.

Foto: EFE
La situación es tan grave, que hay clubes como la propia U de Chile que no tienen estadio propio porque las municipalidades no quieren albergar recintos futbolísticos.
(Con información de EFE)
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