La vuelta de uno de los artistas más consagrados en la música electrónica a las pistas de Valencia se vivió como pocas fechas esta temporada. Una actuación que reúne generaciones, provocando curiosidad genuina de quien ha escuchado leyendas sobre Richie Hawtin sin haberle visto en vivo, y una sensación de regocijo a más de uno que acude a las pistas para reencontrarse con el productor y DJ nacido en Reino Unido y criado en el fragor industrial de Detroit.
Al ingresar a la sala, un solo y sencillo detalle bastó para darnos cuenta de la magnitud de la noche que teníamos frente a nosotros. La habitación contigua a la sala principal, conocida como “El Cubo” había convertido en una extensión de la primera. Esto se logra desprendiendo los muros que dividen una sala de otra, permitiendo elevar el aforo y convertir el primer piso en una inmensa pista de baile.
Fuimos recibidos por un residente que se ha ganado nuestro respeto (y cariño) durante esta temporada. EVERYNATION es un artista sumamente querido dentro de la comunidad local, y su paso por esta y otras escenas de Europa, como Francia, donde ha estado recientemente, hacen de este un artista experimentado, versátil, y formidable. Ya sea pinchando un cierre detrás de Jeff Mills, o haciendo el warm up para Hawtin, EVERYNATION cuenta con la experiencia y el catálogo para manejar la pista a voluntad, siendo prácticamente imposible mantenerse indiferente cuando este toma control del sonido.
Seguidamente, hizo su entrada en cabina el que es uno de los hombres más importantes en la historia del techno y el minimal, y, para este humilde medio, de la música y punto. Un setup que se ha vuelto leyenda entre adeptos a las sesiones en vivo. Un público entregado. Todo esto, en medio de una noche de verano perfectamente ambientada. Así, nos sumergimos dentro de los kicks contundentes, las monstruosas líneas de bajo, y una gama de sonidos que más que nada, asemejaban una conversación entre seres de otras galaxias.
Toda una cacofonía convertida en una sinfonía perfectamente ordenada. La sesión de Richie Hawtin, que este afortunado redactor tuvo el lujo de presenciar por primera vez este sábado, dejó huella, tanto en la casa del murciélago y su gente, como en mi propia percepción. Solamente queda añadir, gracias, muchas gracias, Richie.
Para el cierre, y debemos admitir, en contra de nuestros pronósticos, Spook escogió a su residente más nuevo y más joven, Stroc, acertando de nuevo. El joven DJ y productor ha demostrado que cuenta con el talento y la disciplina necesaria para competir con los mejores de la industria, ya sea en cabina, en el estudio, o en el ecosistema industrial. De la mano de un equipo de gente capaz y preparada, y con una residencia en uno de los clubes más icónicos de España, el proceso creativo de Stroc y su paso como artista han logrado que, después de ganarse el respeto de sus pares y probarse una y otra vez, llegará a la que sin dudas es una de las noches que este DJ jamás olvidará.
Si de por sí, un cierre en un club es algo difícil, cualquier entendido de la música electrónica podrá empezar a imaginar lo que significa hacer un cierre después de Richie Hawtin. La energía del público, así como su nivel de exigencia auditiva después de una sesión de un artista de esta talla es simple y sencillamente diferente, por lo que el artista que tome la cabina para las horas finales de esa noche debe contar con un repertorio musical de altísima calidad, así como con una habilidad técnica del más alto nivel. Y, si se están preguntando si Stroc cuenta con todo esto, la respuesta es: sí, y más.
Una sesión rápida, sumamente técnica, en la que el artista levanta la cabeza rara vez de la mesa de mezclas. No por vergüenza ni timidez, sino porque es tal su concentración, que no se permite levantar la cabeza más que para disfrutar de los breaks de sus temas. Pasión por la música, energía joven, y orgullo por representar su proyecto artístico en una situación como lo fue esta sesión.
Desde la llegada de Wololo a Spook en forma de coberturas asiduas, hemos visto la progresión artística de Stroc. Desde artista invitado a fiestas con sede en la casa del murciélago hasta convertirse en residente de esta con tan solo 20 años, podemos afirmar, con mucho gusto, que Stroc va de camino a convertirse en un referente, tanto de su escena local, como de la nacional, y posiblemente, de muchas otras. Por nuestra parte, esperamos disfrutar de muchos años más, tanto de Richie Hawtin, como de Stroc, Everynation, y la gente de la casa del murciélago.
¡Larga vida a la Spook!
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