La reciente elección de jueces y magistrados impulsada por Morena representa el fin de la democracia en México y la consolidación de un régimen autoritario, declaró el Dr. Daniel Zovatto en Aristegui En Vivo.
En entrevista, aseguró que el proceso electoral y la reforma al Poder Judicial equivalen a “un manotazo descarado e impune” para capturar el último poder que el oficialismo no controlaba.
Zovatto afirmó que “México ha dejado, ha perdido su categoría de democracia, y se ha convertido en un régimen autoritario, le guste o no le guste a Morena, le guste o no le guste al presidente del Senado, le guste o no le guste al secretario de Relaciones Exteriores y a la propia presidenta”, quienes expresaron su desacuerdo y rechazo al informe preliminar de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de la elección judicial cuya conclusión fue contundente: “la misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se replique para otros países de la región”.
El especialista argentino explicó que la reforma judicial no soluciona los problemas estructurales del sistema de justicia y, por el contrario, los agrava: “esta no es la solución. Esto, por un lado, va a agravar aún más los problemas de la justicia y por el otro lado, lo más grave aún: se acabó la división de poderes en tu país. Se acabó la democracia en México”.
Zovatto reiteró que la captura del Poder Judicial por parte del oficialismo significa el desmantelamiento del Estado de derecho:
Han matado al Estado de Derecho, han acabado con la República y le han puesto punto final a la democracia. Hay que llamar a las cosas por su nombre.
Aclaró que el fin de la democracia debe analizarse a partir de los principios básicos que la componen. Recordó que, según la Carta Democrática Interamericana, la democracia requiere legitimidad de origen y legitimidad en el ejercicio del poder. Sobre este último punto, declaró: “Esa legitimidad de ejercicio basada en la división de poderes se acabó en México. Hoy el Poder Judicial ha sido capturado por el gobierno de Morena, por el gobierno que lidera la Presidenta Sheinbaum y por el proyecto político de su gran ideólogo, que es Andrés Manuel López Obrador”.
Agregó que, tras la elección del primero de junio, México ha dejado de ser un régimen híbrido para convertirse plenamente en un régimen autoritario. “Ya era un régimen que había perdido su condición de democracia y se lo consideraba un régimen híbrido por la unidad de inteligencia de la prestigiosa revista británica The Economist. Pero después de esto, ese régimen híbrido se convierte en un régimen autoritario”, advirtió.
Respecto al papel de la OEA, Zovatto enfatizó que el informe preliminar es riguroso, técnico y valiente. Subrayó que la jefatura de la misión estuvo a cargo de Heraldo Muñoz, un político de izquierda, y subrayó que eso desmonta el argumento de que se trata de un ataque ideológico: “Heraldo Muñoz fue Ministro de Ricardo Lagos, Presidente socialista, fue Ministro de Relaciones Exteriores los 4 años de la Presidenta Bachelet. Entonces no es que mandaron un caballo de Troya para condenar al régimen progresista de Morena”.
También señaló que la reforma judicial mexicana podría ser tomada como ejemplo por otros gobiernos autoritarios en la región: “la posibilidad de contagio existe para cualquier otro presidente o mandatario que quiera seguir el camino de ir alejándose de una democracia y avanzando en un régimen autoritario como está haciendo México”.
Zovatto insistió en que la narrativa oficial que celebra el proceso electoral como un éxito esconde su verdadera naturaleza: “Un éxito político para Morena, pero un desastre para la democracia mexicana y el Estado de derecho”.
Finalmente, llamó a dejar de maquillar la situación y a aceptar la realidad política del país: “Sí. Llamemos a las cosas por su nombre, le guste a quien le guste o no le guste a quien no le guste”.
El analista aseguró que lo ocurrido no tiene precedente reciente y representa un deterioro democrático más grave que el vivido durante el régimen del PRI: “Más grave que en la época del PRI, porque el PRI no era dueño oficial, iba cambiando a través del dedazo. […] Morena es un trabajo a la medida de su verdadero dueño, que no es la presidenta Sheinbaum, es Andrés Manuel López Obrador.”
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