Tonatiuh Guillén, Profesor-Investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM y excomisionado del Instituto Nacional de Migración, advirtió sobre la creciente tensión social en Estados Unidos ante las recientes redadas contra migrantes encabezadas por el gobierno de Donald Trump en Los Ángeles, California.

Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, denunció el carácter “xenófobo y racista” de las medidas, así como su impacto destructivo sobre comunidades consolidadas.

“Estamos en una coyuntura: la más difícil, la más compleja, la más violenta. Pero no por las comunidades que están protestando, sino por el aparato de Estado que está encima de las comunidades y que pretende cumplir uno de los sueños de Trump, que es el de la deportación masiva”, sostuvo.

Según Guillén, esta ofensiva migratoria no se limita a controlar la frontera, sino que busca “atacar comunidades” dentro del territorio estadounidense. “Cuando se detiene a una persona en Los Ángeles o en San Diego no es alguien que recién entró, es un integrante de las comunidades locales, es el vecino, es la persona que acompaña a las actividades en las escuelas, en las iglesias, en los clubes”, explicó.

No se está atacando solo a una persona, se están atacando comunidades. Y eso hace toda la diferencia.

El académico señaló que el gobierno de Trump ha militarizado los operativos de detención al dotar de fuerza casi bélica a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE) “con un uso de fuerza extraordinario”.

Foto: Reuters

“Un uso de fuerza que ha sido denunciado por todo mundo en California, incluyendo al Gobernador de California, a la alcaldesa de Los Ángeles, al alcalde de San Diego —que también ha tenido un rol muy importante—, a congresistas, a las comunidades. Todo mundo ha reaccionado ante la contundencia, la fuerza y la violencia con la que han actuado las policías del ICE y la patrulla fronteriza”, dijo.

Guillén afirmó que esta estrategia ha desatado una reacción legítima: “Una justificada reacción, que es la de las comunidades ofendidas, de las comunidades indignadas y de los gobiernos que están reaccionando también contra lo que está haciendo el Gobierno federal de Estados Unidos”.

Los Ángeles, subrayó, se ha convertido en la “zona cero” de esta colisión entre el gobierno federal y los estados y municipios. “Se ha pedido al Gobierno de Trump que retire a la Guardia Nacional, que abra una pausa con el ICE para retomar un diálogo y encontrar soluciones que no afecten comunidades, que no afecten la vida social y económica de una región tan importante como Los Ángeles”.

El investigador criticó la lógica de “ley y orden” promovida por Trump, al compararla con su pasividad frente al asalto al Capitolio en enero de 2021: “Habría que recordarle a Trump que el 6 de enero hordas completas asaltaban el Capitolio y no reaccionó igual. No llamó a la ley y el orden, sino que ahora los está perdonando a todos”.

Guillén también advirtió sobre el carácter ideológico de estas acciones, impulsadas por figuras como el asesor de Trump, Stephen Miller: “El racismo y la xenofobia fueron herramientas de convocatoria electoral muy poderosas que lograron despertar genes que aparentemente ya estaban desplazados de la cultura política de Estados Unidos, que aparentemente ya habíamos entrado en una etapa de civilidad, de tolerancia mayor”.

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Aseguró que tanto Miller como Trump utilizan “toda la irracionalidad que tiene su concepción del mundo”, incluida la fuerza.

“Ese esquema de usar la fuerza para identificar personas y expulsarlas; ese esquema de omitir el debido proceso, de deliberadamente transformar a las personas no en lo que son y en sus derechos, sino prácticamente en objetos. Esa visión que tienen de los extranjeros —especialmente de los extranjeros en situación irregular— se ha convertido en un aparato de fuerza. Y han estado utilizando lo que tenían a la mano, como es este aparato del ICE, incluso utilizando elementos del FBI que no tendrían que estar ahí, en materia migratoria, o de la DEA”, apuntó.

Además, alertó que lo que se está viendo podría ser apenas la primera etapa de una ofensiva mayor: “El aparato tiene previsto en el presupuesto del próximo año una multiplicación de la capacidad de fuerza. Entonces lo que estamos viendo ahorita es la primera parte, y puede ser mucho más agresiva: de ir a buscar a las personas a sus casas, a las colonias, a los espacios de trabajo, a las escuelas. Hay amenazas de ir a las escuelas, a las iglesias, a los tribunales. No hay límite”.

Pese a este panorama, Guillén destacó la fuerza de la resistencia social y política: “No solo me refiero a los manifestantes, sino a la clase política en Estados Unidos, a las empresas, a las asociaciones. La sociedad civil y sus organizaciones están de manera muy activa. Y esa resistencia es el contrapeso”.

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Finalmente, advirtió sobre el riesgo de una escalada nacional si se aprueba el presupuesto que desea Trump: “Si lo aprueba es un escenario en donde, en mi pronóstico, va a haber una tensión social enorme en Estados Unidos, como no la hemos visto desde los años 60. Y además, no solamente por la cuestión migrante, también por la agresión contra los derechos de las diversidades sexuales y las diversidades étnicas, toda la agresión contra el aparato del gobierno federal, la guerra contra las universidades” y los estudiantes extranjeros.

Calificó como “adecuado” el posicionamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum al rechazar las redadas y la violencia, aunque pidió congruencia al gobierno mexicano, ya que también ha “militarizado la política migratoria”.

“También se ha utilizado mucha fuerza. También se han excluido derechos de personas migrantes y refugiadas. Entonces, veamos todo el paquete completo y rectifiquémoslo todo”, dijo.

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